lunes, 31 de octubre de 2011

Práctica de Meditación mediante la Concentración de la Mente en un Punto


Objetos para concentrarse: Esta forma de meditar es aparentemente fácil, pero en realidad muy difícil. Se recomienda al yogui que, en primer término, llegue a dominar hasta cierto punto los ejercicios respiratorios antes de aprender la meditación que consiste en “concentración en un punto”; de no ser así, le resultará difícil y aburrida.

Siéntate en una postura confortable. Coloca una imagen de tu Deidad favorita frente a ti. Observa la imagen con una mirada firme. Cierra luego los ojos y visualiza la imagen en el centro de tu corazón o en el entrecejo.

El punto vital de la concentración es atraer la mente hacia el mismo objeto una y otra vez, limitando al principio sus movimientos a un pequeño circulo. La concentración aumentará al disminuir el número de pensamientos. Ciertamen­te, es una tarea ardua reducir el número de pensamientos. Del mismo modo que tienes que sacar con cuidado una tela que se te haya caído en una planta espinosa, quitando lentamente los pinchos uno por uno, tendrás que reunir asimismo con cuidado y esfuerzo los rayos dispersos de tu mente que están desperdigados en los objetos sensoriales desde hace muchos años. Al principio, desalentarás mucho y la tarea te resultará incluso desagradable.

Concentrar la atención en un objeto que está frente a nosotros es menos efec­tivo, que concentrar la mente en un determinado punto dentro del cuerpo. Fijar la atención en cualquier punto interior del cuerpo producirá resultados extraordinarios, y a veces espectaculares. Una determinada experiencia psíqui­ca se producirá al concentrarse en un centro especifico del cuerpo. Por ejem­plo, la concentración en un punto entre las cejas producirá la experiencia de la "luz", y la concentración en el ombligo la experiencia de la beatitud. Cuando la concentración se hace sobre el centro del corazón, las fuerzas positivas y negativas del cuerpo se unirán muy pronto y, con el tiempo pro­ducirán “el vacío iluminado” , o la experiencia del “vacío beatífico” . Los que siguen al tantrismo sostienen que cada uno de los siete centros principa­les (chacras) del cuerpo tienen funciones especiales y aplicaciones preferen­ciales.

lunes, 24 de octubre de 2011

Desdoblamiento Astral


El Teurgo tiene que saber moverse conscientemente en cuerpo astral. Las invocaciones teurgicas se realizan en el Plano Astral. También pueden hacerse invocaciones de Alta Teurgia en los más elevados mundos de Conciencia Cósmica.

El Teurgo tiene que ser diestro en el Mundo Astral. El Teurgo tiene que salir conscientemente en astral. Así, pues, antes de entrar en el terreno de las invocaciones téurgicas, debemos, primero aprender a “entra” y “salir” del cuerpo físico, a voluntad. Realmente, el Cuerpo Astral es el traje del Alma. Dentro del Cuerpo Astral, tenemos la Mente, la Voluntad, la Conciencia y el Espíritu.

Hay un instante en que podemos nosotros abandonar nuestro cuerpo físico a voluntad. Y ese instante es el momento aquél en que nos hallamos dormitando. En esos momentos de transición entre la vigilia y el sueño, todo ser humano, envuelto en su cuerpo astral, se escapa del cuerpo físico. Hay una Clave que permite escaparnos conscientemente del cuerpo físico, para trabajar en los Mundos Superiores. El Divino Maestro, Jesucristo, utilizaba esa Clave cuando estudiaba en la Pirámide  de Kefrén. El Gran Maestro se acostaba en su lecho, boca arriba, horizontalmente, con las palmas de los pies colocadas sobre su lecho, y las rodillas levantadas. Después, el Maestro levantaba sus brazos sobre la cabeza hasta que las palmas de sus manos se tocaban entre sí; luego las bajaba extendiéndolas  a derecha e izquierda; y por último, las cruzaba sobre el pecho formando así la Estrella del Microcosmos. Luego el Maestro se adormecía vocalizando el poderoso Mantram “FARAON”. Ese Mantram se vocaliza en tres sílabas, así:

FAAAAAAA...   RAAAAAAA...   ONNNNNNN...

Vocalizaba el Maestro este Mantram muchísimas veces, hasta quedar dormido.

Entonces, en los Mundos Internos despertamos conciencia. Nos sentimos sutiles... Flotamos deliciosamente... Este procedimiento, sencillo y fácil, es la llave maravillosa que nos permite despertar conciencia en los Mundos Superiores.

Cuando ya nos hemos hechos conscientes en los mundos internos, entonces podemos dedicarnos de lleno a los trabajos de la Alta Teurgia. El Dr. Krumm-Heller aconsejaba, también, que para las prácticas de salida en astral, era muy conveniente perfumar la habitación o recámara con buen incienso, o esencia de rosas, etc. 

Samael Aun Weor

sábado, 22 de octubre de 2011

La Relajacion

 


Acuéstese el asceta gnóstico en decúbito dorsal, (boca arriba) con la cabeza hacia el oriente.

Puede acostarse en su lecho o en la perfumada tierra o donde quiera.

Delicioso es acostarse a meditar, en los floridos campos, o entre ese rumor encantador de los pinares solariegos, donde las aves cantan.

También puede el asceta gnóstico acostarse sobre las rocas de las montañas o en los acantilados del borrascoso ponto.

Las rocas amigas brindan consuelo a los ascetas gnósticos.
Colocar vuestro cuerpo, ya en forma de una hermosa estrella de cinco puntas ya en forma de hombre muerto, escoged la figura.

La pentalfa resulta profundamente esotérica; ella puede defenderos de los ataques de los tenebrosos.

La posición de hombre muerto  es profundamente significativa: “La muerte es la corona de todos” tú lo sabes.

Debes entonces parecer un cadáver; los pies tocándose con los talones y las puntas de los mismos separadas en forma de abanico.

A lo largo del cuerpo se extienden los brazos de cadáver. Respirad ahora como respiran los niños recién nacidos; observad a los pequeños poned atención en su forma de respiración, imitadlos durante la meditación.

Cuan  bellos son los niños recién nacidos;  su respiración es ciertamente la del ALMA DEL MUNDO.

El olor de las criaturas recién nacidas, resulta silvestre, sabe a bosque, a montaña, tiene un no se que.

En las inocentes criaturas sólo se manifiesta la esencia pura e inefable.

Ahora podemos explicarnos por si mismos el motivo fundamental por el cual los recién nacidos son autoconcientes.

Sin embargo las gentes mayores con mucha autosuficiencia, suponen que el recién nacido es inconsciente.

Observad a los niños recién nacidos; sus cuerpecillos en la cuna relajados tienen un aspecto inefable.

Imitad a las criaturas recién nacidas, relajad vuestro cuerpo como los niños lo relajan.

Que ningún músculo quede en tensión, las piernas y los brazos de las criaturas recién nacidas perecen  de seda.

Duermen los niños recién nacidos deliciosamente entre sus cunas felices y sin problemas de ninguna especie.

Imitad a los niños inocentes durante la meditación interior profunda. Reconquistad la infancia en la mente y el corazón.