La Esencia que cada uno de nosotros lleva en su interior viene de arriba, del Cielo, de las Estrellas...
Nuestros padres crearon el cuerpo apropiado para la recepción de la Esencia que viene de las Estrellas...
Trabajando intensamente sobre nosotros mismos y sacrificándonos por nuestros semejantes, regresaremos victoriosos al seno profundo de Urania...
No es indispensable que continuemos en desgracia; es impostergable reducir a polvareda cósmica eso que nos hace débiles e infelices.
La vida práctica como escuela es formidable, pero tomarla como un fin en sí misma es manifiestamente absurdo.
Es bueno saber también que cuando hemos eliminado radicalmente el Ego, la posibilidad de delinquir queda aniquilada y en consecuencia el Karma puede ser perdonado.
Necesitamos hacernos conscientes de nuestro propio Karma y eso sólo es posible mediante el estado de alerta novedad. Todo efecto de la vida, todo acontecimiento, tiene su causa en una vida anterior pero necesitamos hacernos conscientes de eso.
A todo momento de alegría o de dolor debe continuar la Meditación con mente quieta y en profundo silencio.
El resultado viene a ser la experimentación del mismo suceso en una vida anterior. Entonces hacemos conciencia de la causa del hecho, ya sea éste agradable o desagradable.